El 20 de octubre de 2011 la banda terrorista ETA anunciaba el cese de su actividad armada. Diez años después, solo el 57% del alumnado de secundaria en Navarra sabe qué fue ETA y apenas un 0,5% conoce el asesinato de Miguel Ángel Blanco.
Sin embargo, lo sucedido en aquellos años sigue enquistado y condiciona en gran medida la vida, la política y la sociedad navarra, vasca y española. Es necesario afrontar este gran reto pendiente.
¿Y cuál es el papel de la juventud? ¿Cómo pueden participar en la construcción de un futuro en paz sobre el paisaje de una violencia que no han experimentado?
A través de este proyecto de Aprendizaje Servicio, el alumnado participante profundiza en los acontecimientos de esa época; gracias a un extenso trabajo en red con distintas instituciones y colectivos (Fundación de Víctimas del Terrorismo, partidos políticos, FSE…) conoce los testimonios -las vivencias- de 30 participantes que los vivieron en primera persona y realiza sus propias propuestas sobre cómo avanzar, como sociedad, en un concurrido acto público de gran impacto y repercusión en los medios de comunicación.